Nieva: Capítulo 6 (versión reducida)

Sentí que algo tiraba de uno de mis brazos y me arrastraba hasta dentro de la casa.

Pero no era exactamente la misma. Quiero decir, era la misma, pero no era igual, no era como cuando salí a reparar el tejado. Es como si otras personas se hubieran encargado de ella; la decoración, la ubicación de los objetos, era diferente. A pesar de ello estaba seguro que era la misma.

Y ahí fue cuando perdí el conocimiento.

– Mamá – dije.

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