Me ha costado un montón enfrentarme a este capítulo. La verdad es que en la versión reducida digamos que ya tenía bastante contenido y a mi parecer elaborado, así que incorporar matices adicionales y puntos adicionales en la historia me ha resultado más complicado en lo que supone esta labora que esto haciendo de “hinchar” la historia original.
He aprovechado para hacer alguna referencia al tiempo que no existía que ayuda a entender el desasosiego en el que viven los personajes en lo que resulta el devenir del tiempo. Me gusta un montón la reflexión al respecto de que en el mundo en el que viven lo único que permanece constante y abunda es el tiempo como guiño a su capacidad de haberse convertido en amortales.
Finalmente, hay un matiz nuevo que espero que pueda desarrollar en adelante, una casa rosa al final del camino donde desde el ventanal emerge una figura que observa. Están ya familiarizados con la figura, pero no han tenido la ocasión de acercarse, está demasiado lejos y es peligroso; pero es un atisbo de que hay más vida ahí fuera.
A disfrutarlo, os dejo aquí el enlace.
Un abrazo!
Miguel.