Piedra

Nadie sabía por qué, pero ahí estaban todos empujando esa enorme piedra.

Queda constancia escrita de que lo habían hecho sus padres, sus abuelos y los padres de sus abuelos, tal vez más allá; pero ni tan siquiera éstos últimos eran conocedores del motivo que se escondía tras la aparente sinrazón.

Una parte de nosotros tenía miedo de dejar de hacerlo sólo por el mero hecho de la incertidumbre que se escondía tras ello, del mero hecho del cambio.

Otra parte temía que su vida perdiera sentido, realmente no habían hecho nunca otra cosa, qué iban a hacer?

También había quien pensaba que tras ese ingente esfuerzo se escondía un proceso mágico y divino, y que cesar en la actividad podría traer a todos grandes desgracias.

Pero sin duda la mayoría ni tan siquiera pensó en ello, estaban demasiado ocupados en dar salida a este desmedido trabajo. Simplemente sobreviviendo a lo que supone.

Tal vez tú también tengas que apagar algún interruptor, aunque sea durante unos segundos, y ver qué pasa.

Cuentoscortos.

Leave a Reply

Your email address will not be published.