– Por ahí no es.
Daba igual las veces que pasaran, de noche era incapaz de identificar cuál de los dos caminos era el correcto.
– Eres un listo.
Él había nacido ahí, podría hacerlo con los ojos cerrados en la más absoluta penumbra.
– Mañana no fallarás.
La quería, hacía ya muchos intentos de eso.
Cuentos cortos.