Cuando cuentas con un escenario de demanda muy por encima de la oferta, con una demanda no solo sostenida en el tiempo si no en aumento, y con una oferta cuyas fuentes están explotadas a nivel máximo… llegas al bloqueo.
Eso evidentemente tras además haber generado inflación, pérdida de negocio, ineficiencias por rotación y un largo etcétera de dificultades por el camino.
También generas innovación, ya que ya se sabe que en tiempos de vacas flacas el ingenio se agudiza y surgen las ideas; es parte del manual básico de supervivencia, muy ligado a nuestra condición humana.
Es un periodo adicionalmente fantástico para identificar tus debilidades e identificar contra qué o quién debes luchar, con qué prioridad y con qué recursos. Sin duda tiempo de darse cuenta de en qué porcentaje la carrera es contra uno mismo o contra los demás y a partir de ahí enfocar los esfuerzos en la dirección correcta.
Aprendes no solo de ti, si no de tu competencia; su estilo, su marca personal. En tiempos de bloqueo gran parte de las cartas de todos los jugadores se ponen sobre la mesa, cartas a partir de las cuales se puede dibujar un claro retrato. Un retrato donde es sumamente gratificante vislumbrar nobleza y extremadamente triste y decepcionante cuando vislumbras lo contrario.
También son tiempos de esperanza, de oportunidad, donde nos hacemos grandes y fuertes. Donde fallar mucho para corregir rápido.
Tiempos sin duda difíciles, pero estos son los que ahora nos han tocado.
Vamos!
Miguel.