La burbuja TIC

Hace cuatro o cinco años un chico -que en aquel momento rondaría los veintitantos- me hizo una pregunta que aún de vez en cuando va y viene a mi cabeza: “¿Hay burbuja en el sector de las tecnologías de la información?”

Para aquel momento, que debería rondar entre el año 2015 y el 2016, habíamos empezado a remontar la crisis del 2008, y mucho se había hablado de cómo se había generado, mantenido y luego explotado la burbuja inmobiliaria.

El chico en cuestión trabajaba en cocinas y en el poco tiempo libre del que disponía, lo había dedicado a prepararse un ciclo de grado superior en desarrollo de aplicaciones informáticas. Me contó que esta decisión la tomó tras optar por abrir el abanico, estudiar las alternativas y decantarse por una vía que le pudiera garantizar la continuidad laboral. Decidió transformarse y ampliar así sus posibilidades. Era evidente que no lo había hecho por vocación, deduje, sino que su objetivo era, como mínimo, mejorar su existencia. Ante un escenario así, para mí, la motivación de la pregunta era evidente: “¿he invertido mi esfuerzo en algo que el día de mañana puede quebrarse y dejarme de nuevo en la casilla de salida?”

Perplejo quedé y perplejo respondí ante una pregunta que nunca me había hecho a mí mismo. Inicialmente respondí con algo así como un simple y cauteloso “creo que no.” Hasta que gané unos segundos durante la respuesta inicial y comencé a enlazar ideas. Seguí respondiendo: “esto es diferente y ha llegado para quedarse. Todo se está transformando y se necesitan manos. Se necesitan muchas manos. Primero para construirlo y luego para mantenerlo. Llegará un momento en que se estabilice, pero eso por ahora queda lejos, y cuando lo haga no lo hará para caer en picado. Simplemente frenará en tamaño y habrá generado tantos servicios diferentes anexos que estos deberían ser capaces de absorber en gran medida el freno de la actividad principal.”

Pero mi respuesta era una mera hipótesis, una creencia a contrastar tras el paso de los años.

El dulce momento

Ahora, con perspectiva, sabemos que hasta el 2020 la situación en el mercado laboral de las tecnologías de la información no ha hecho más que mantener una escalada desenfrenada. Muchísimo se ha hablado de la necesidad de incorporar más perfiles, de que la demanda era muy superior a la oferta, se ha luchado por atraer el talento y se han ideado, entre todos, nuevas fórmulas que permitieran que cada vez más perfiles pudieran incorporarse las empresas. Creando nuevos profesionales de donde, de origen, no los había. Pero nunca suficientes como para tapar todos los huecos en un universo de oportunidades.

Los trenes pasaban por delante de las empresas y en muchos casos, por falta de talento, no todas las organizaciones se podían subir. Las generaciones de estudiantes egresados entre 2015 y 2020 han vivido un momento mágico, con las empresas detrás de ellos antes de finalizar sus estudios y con tres o cuatro ofertas de empleo sobre la mesa entre las que poder elegir. Un mismo pensamiento se repetía entre los profesionales del sector: “Si me sale mal en mi nueva empresa no pasa nada, ya cambiaré o ya volveré a la que estoy abandonando a sabiendas de que me recibirán con los brazos abiertos. Incluso si no me sale mal nada, pero se me presenta pasado un tiempo algo mejor, ya cambiaré. Incluso cambiaré si me mantienen las condiciones simplemente por la oportunidad de trabajar junto a mis amigos. Da igual, no hay riesgo laboral, hay una enorme red debajo que impedirá que cuando salte al vacío, caiga. Una red que además no protege sólo a los mejores por calidad y capacidad; recoge a todos, a prácticamente todos, simplemente por la diferencia entre demanda y oferta y diversidad de la oportunidad.”

Y ahora paro un momento y me pregunto, ¿es esto una burbuja? No. Llego a la conclusión que mientras la ocupación de personal no caiga drásticamente simplemente es un chicle que necesitamos estirar y que a medida que lo hacemos con tal de llegar a todo, se está generando un escenario, seguramente irreal, claramente privilegiado y que no puede durar así para siempre. Algo tarde o temprano lo regulará. Pero no es una burbuja. Bien, parece que mi creencia inicial, mi hipótesis de hace unos cuatro o cinco años, se matiza pero continúa siendo válida.

Los riesgos

Pero pasados cuatro o cinco años la reflexión continúa y mediante la observación de lo que ha ocurrido en este último periodo se perciben algunos riesgos que pueden afectar al volumen de personal empleado en el sector.

El primero tiene que ver con la capacitación de dicho personal, su nivel de talento medio, grado de especialización y capacidad de transformación. Cuando todo abunda y se necesitan afrontar problemas grandes, lo mediocre se diluye en el conjunto; la media te puede dar de simple aprobado, y, aun así, alcanzar los objetivos que sin contar con determinado volumen no eran posibles. Pero esto no es sostenible, aunque haya muchas personas que forman parte del sector que se están creyendo que la situación excepcional de oferta vs demanda se va a mantener para siempre. La realidad es que quien no siga aprendiendo, sembrando, no sea diferencial y, por lo contrario, se resista al cambio, caerá.

Y aquí entra en escena el segundo riesgo. Aunque se siguen necesitando muchas manos cada vez se necesitan proporcionalmente menos. Las empresas optimizan sus procesos productivos, automatizan incluso una parte de ellos y comienzan a decantarse por productos concretos susceptibles a ser configurados para adaptarlos a sus necesidades en lugar de levantar desde cero; y levantar de cero requiere de muchas más manos que cualquier adaptación.

Hay un claro ejemplo en los productos de terceros en formato ERP que son clave ahora mismo en el mercado y que han encontrado en Cloud el vehículo de transmisión perfecto. En general, lo que conocemos como back-office ha pasado de nivel, es mucho más eficiente. En comparación el front-office, que en muchas ocasiones requiere de soluciones mucho más a medida (incluso diría que más artísticas y creativas), sigue necesitando muchas manos ya que sigue siendo complicado reutilizar, puede que incluso más que antes debido a la explosión de la venta por internet, la diversidad de dispositivos, la falta de estándares suficientes y la necesidad de generar experiencias diferenciales al usuario con tal de atraerlo.

A pesar de ello, en general y de media, se necesitan muchas menos manos que antes para elaborar “frontales”. Y esas manos requieren cada vez de mayor nivel de especialización, conocimiento, y capacidad de aprendizaje porque las tareas sencillas y repetitivas se resuelven mediante frameworks de desarrollo que te solucionan de fábrica las soluciones para las que se requerían de un trabajo más manual. Lo mismo pasa con el tratamiento de datos, movimientos de información y el big data; también con el cloud. Sí, son servicios nuevos, pero requieren de muchísimas menos manos y son muchísimo más especializados en conocimiento. Limita claramente el tipo de perfil y capacidades para acceder al puesto.

Así, con la observación de nuestro escenario desde los últimos cinco años se podían llegar a estas conclusiones principales en cuanto a lo que se refiere al concepto burbuja. Estas conclusiones ayudaban a testar el modelo, pero no a someterlo a una prueba de carga suficiente con tal de validar la hipótesis inicial.

Y apareció COVID-19

Hasta que llegó el COVID-19 y nos hizo echar el freno de mano a todos. Llegó una prueba de las de verdad.

La primera consecuencia evidente es que se han invertido de golpe los flujos de oferta y demanda. Se ha acabado de golpe el espejismo en el que vivíamos en el sector. Ya no es tan evidente el que las empresas te asalten antes de terminar la carrera, ya no hay cuatro ofertas encima de la mesa para tomar una decisión, ya no hay tantas oportunidades de cambio y mejora laboral.

El escenario actual es de una mayor regulación consecuencia de que las empresas han cerrado la caja, algunas por la incertidumbre, otras porque simplemente cada vez tienen menos dentro de ella. Y mientras esto dure ya no habrá espacio para todos. Es el momento en el que la falta de selección natural que observábamos empieza a aplicar y los más fuertes (los que se han transformado, capacitado y mantenido en la cresta de la ola) sobrevivirán de mejor manera. A pesar de ello sigo con el convencimiento que no ha explotado ninguna burbuja, simplemente se ha regulado el flujo. Nos han devuelto a la realidad y forzado a volver a poner los pies en el suelo.

Curiosamente esta pandemia ha sido una de las herramientas de transformación digital más poderosa de los últimos años, lo que permitirá construir donde antes no había nada y por tanto aumentará las necesidades medias de mantenimiento de infraestructuras de información. Eso sí, serán servicios de menor volumen, más optimizados y que requerirán manos cada vez más especializadas.

Este efecto con gran probabilidad actuará como regulador y correctivo de cualquier posibilidad de burbuja en el medio plazo. Todo apunta a que haremos inmersión en una dinámica de crecimiento y oportunidades más controlada que, sumada a la optimización, regulará el crecimiento del personal dedicado a este tipo de servicios ligados a los sistemas de información. Regulará. Esa es la palabra, regulará. Dependiendo todo de la capacidad que tengamos de volver a la velocidad de inicio lo antes posible.

Si ahora tuviera la oportunidad de encontrarme de nuevo con el chico, le diría que la hipótesis que compartimos juntos en su día parece, en fundamento, seguir siendo válida. Con matices, con evoluciones, con muchas historias detrás… pero que, observada desde arriba y con perspectiva histórica, sigue viva.

Sigamos observando. Mientras, sobre todo, no paremos de aprender, de transformarnos, de no conformarnos, de equivocarnos, de levantarnos, de imaginar y crear, de aspirar a ser cada día un poco mejores. Por lo que pueda pasar.

Formación Dual para desarrolladores de software

Nuevas fórmulas, eso es lo que nos hace falta, y tal vez esta sea una y de las buenas. Pero al menos en Aragón aún nadie lo sabe, porque este curso 2015-2016 de los 20.000 estudiantes de ciclo de grado superior que hay en Aragón solo 150 están estudiando en modalidad dual, y de estos 150 ninguno de ellos está cursando estudios relacionados con el desarrollo de software. La mayoría, están trabajando en el sector productivo, donde por el tipo de tareas desempeñadas se nos hace a todos más sencillo imaginar cómo aplicar una estrategia de formación dual (y con esto no quiero decir que sea sencillo).
Con lo cual aquí la pregunta es clara, quién se lanza primero? Y el que se lance, qué plan va a poner en marcha para cubrir esta dualidad y con qué horizonte de retorno de la inversión?
Porque hay que decir que la fórmula más rápida para incorporar profesionales de desarrollo de software en el mercado es esta, sin duda; ya hablábamos en este pasado post del problema que esto estaba suponiendo en Aragón. El planteamiento inicial es realizar un primer año de formación exclusivo en el centro de estudios y al inicio del segundo año comenzar la formación dual en una fórmula de formación compartida donde quedaría por definir entre el centro de estudios y la empresa el número de horas de la jornada que el alumno realiza en el centro y el número de horas que realiza en la empresa. Además de las horas, claro, el reparto de contenidos formativos en la empresa y que den lugar a la convalidación del conocimiento necesario para obtener el título de ciclo de grado superior correspondiente. A considerar que durante la formación dual el alumno mantiene un contrato de trabajo con la empresa y que recibe una remuneración por las horas asignadas a la misma.
Y ahora viene lo complicado para las empresas interesadas en incorporar este modelo, que yo la verdad es que lo resumiría en los siguientes puntos principales:

  1. Cómo traslado a mi organización este modelo como una oportunidad (sabiendo que lo primero que me van a preguntar es en qué plazo soy capaz de rentabilizar esta inversión).
  2. Qué tipo de tareas se realizan en mi organización que puedan formar parte del camino formativo y al mismo tiempo generar un trabajo efectivo de los que genera avance real (punto clave); y sobre el modelo de dispersión de horas semanales planteado.
  3. Qué perfil de profesional y qué dedicación semanal defino como necesaria para realizar el acompañamiento formativo a las personas que se incorporen en formación dual (esto formará parte también de mi inversión, no solo el salario que perciba la persona en formación dual). Es decir, cuál es el perfil del tutor asignado a nivel formativo, motivacional (básico), gestión de personas (básico).
  4. Cómo evito caer en situaciones como las descritas en este blog, donde los estudiantes en modalidad dual se quejan arduamente del literal abandono, aún estando trabajando en grandes empresas, cosa que bueno, en principio debería dar ciertas garantías de calidad en este sentido.
  5. Cómo gestiono una situación donde el alumno que está realizando la formación dual no cubre las expectativas y qué compromiso de continuidad tiene la empresa en este sentido con el alumno (legal y ético).

En fin, casi nada.
Por otro lado, sí que es algo muy interesante a valorar y a ser conscientes de inicio que este tipo de formación nos aporta los siguientes factores:

  1. Somos capaces de modelar a la persona formada en base a los conocimientos específicos que se requieren en el día a día de los proyectos que se trabajan en la compañía.
  2. El grado de fidelización esperado es a priori alto, con la consecuente continuidad en la empresa una vez terminada la formación (que es el chiste de esto porque si no ya me dirás qué faena si al terminar la formación y entrar al mundo laboral se van a otra empresa).
  3. Posicionarse en el mercado como una salida formativa de calidad a nivel de imagen de marca, con el grado de implicación que esto supone.
  4. Algo adicional que se puede poner en valor a tus clientes.

La verdad es que me encantaría poner un quinto punto que dijera algo así como: retorno de la inversión asegurado a corto plazo. Pero claro, no sabemos aún, al menos en nuestro ámbito cómo va a funcionar.
Y qué está pasando en otros países? Pues buceando por la web se confirma la idea de que Alemania es el país bandera en este sentido, aunque no es el único a nivel europeo, existiendo experiencias en Suiza y Francia (donde parece que en los 90’s, atención que de esto hace 25 años ya, hubo un auge importante en este sentido focalizado en el ámbito IT). Eso sí, no he conseguido localizar aún una referencia específica a cómo las organizaciones han afrontado el reto de la formación dual en el ámbito de IT. Seguiré indagando en este punto a nivel nacional e internacional para compartir con vosotros la información.
Muchas gracias y bienvenidos a esta nueva aventura!
Un saludo.

Hay Burbuja en el sector IT?

Hola,
Hace unos días estuve en una sesión de captación en un centro de estudios superiores y esta fue la pregunta que lanzó uno de los asistentes: hay burbuja en el sector IT?
La verdad es que me quedé francamente sorprendido por la pregunta, primero porque no me esperaba una pregunta de este tipo en una sesión así, segundo porque era una cuestión que yo mismo nunca me había planteado. Siempre hablamos de la falta de perfiles, de la alta demanda y de la poca oferta de perfiles preparados, de la inflación salarial, de la necesidad de egresar más titulados relacionados a estudios de informática, de reciclar a personas que venían de otra titulación, en fin … Pero nunca, al menos yo, me había planteado que la situación de estrés de recursos respondiera a un escenario de burbuja entendido desde el punto de vista donde la situación actual de demanda cayera en picado a niveles de x años atrás al ser una situación puntual en el tiempo.
Y me explico, no descarto, aunque veo complicado a medio plazo, que seamos capaces de darle la vuelta a la situación y ajustar entre todas las iniciativas que están en marcha la oferta a la demanda; lo que veo algo más complejo es que, salvo que ocurra algo excepcional (desastre natural, conflicto armado, en fin, cosas con las que, afortunadamente, no contamos habitualmente), la necesidad de recursos IT siga creciendo una temporada más y de repente caiga en picado. Sí veo que pueda llegar un punto donde, se estabilice, y repito, estabilice, porque la demanda del mercado aunque no crezca se mantenga para sostener los sistemas IT que se hayan implantado (aplicaciones, infraestructura, etc), llevando de la mano que disminuya la inflación salarial actual, la posibilidad de promoción interna se reduzca, las oportunidades de cambio de empresa, etc. Y pongo un ejemplo, en los años de crisis, las empresas del sector IT son las que mejor han resistido; se ha notado la reducción de presupuestos de nuestros clientes, especialmente en sector público, y que la empresa privada ha dejado temporalmente de invertir en grandes proyectos de desarrollo de software para centrar su presupuesto en mantenimientos de aplicaciones con una línea de soporte-correctivo y otra de pequeño evolutivo para permitir sostener y evolucionar mínimamente los sistemas que tenían implantados; pero a pesar de la que estaba cayendo han superado la situación en su peor momento, la gran mayoría, con garantías de continuidad.
Claro, todo desde la humilde opinión de este servidor.
Un saludo!
Miguel.

De mayor seré programador

Y oye, me encanta la idea.
Nunca podré dejar de recordar la sensación tan desagradable que supuso para mí alejarme de la parte más técnica del trabajo para orientarme a responsabilidades más cercanas a la gestión. No podía parar de repetirme la frase que había leído cientos de veces, “pasarás de ser un ‘buen’ técnico a un mal gestor”, tenía miedo de que no me gustara, de no ser capaz de dar el salto con un nivel de calidad mínimo en ciertas áreas y de pasar de ser alguien que podría diferenciarme a nivel técnico a ser uno más del montón (porque chico, hacer cuatro Excel con tres fórmulas y decir a la gente hacia dónde tiene que correr eso lo puede hacer cualquiera; pensaba).
Pero, no pasa nada, que nadie que estuviera en mi situación en su día se preocupe (ya me contaréis por cierto si lo habéis “superado”, yo tengo mi propia historia que un día de estos contaré), está empezando a llegar vuestro momento.
¿Y por qué? Pues muy sencillo, nuestro sistema educativo no es capaz de generar suficientes profesionales para cubrir la demanda, ni a nivel universitario ni a nivel de estudios de grado superior; hay un problema muy importante de base que es que faltan personas con vocación, pero sobre todo con información y asesoramiento en las fases previas a la toma de decisión de hacia qué especialización orientarse (de esto hablaremos también un día de estos). Tampoco somos capaces de atraer suficientes profesionales de provincias colindantes (hablo ahora de Zaragoza), ni de reciclar a personas que hayan cursado otros estudios para transformarlos en profesionales de nuestro ámbito.
Y yo sinceramente no confío que esto vaya a mejor, solo a que podamos llegar a un momento donde no vayamos a peor (espero que no demasiado tarde); ya sería una muy buena noticia.
Un chollo para los que nos encontramos en la franja de edad entre los 35 y los 40 y que hayamos trabajado con lenguajes de última generación (orientación a objetos, web, orientación a servicios, integración de sistemas). ¿Os habéis puesto a buscar ofertas de trabajo últimamente? ¿Cuántas veis orientadas a la gestión? A todos nos ha entrado el miedo de y qué hago yo si el día de mañana tengo un problema en mi empresa y me quedo sin trabajo.
Pues no pasa nada, no os preocupéis si ocurriera lo peor, simplemente necesitaréis unos meses de reciclaje, desempolvar las máquinas virtuales que tengáis en casa, instalar las últimas versiones de los entornos de desarrollo y realizar algunas pruebas de concepto con las últimas herramientas a nivel tecnológico. A partir de ahí, reorientar vuestro CV al capítulo más técnico y a buscar trabajo.
Y muchos pensarán pero si estoy en la franja de mayor de 35 años, nadie va a querer contratarme. Pues os equivocáis, cada vez es más común que las empresas de nuestro sector contraten perfiles como los que acabamos de describir (tenga experiencia previa en gestión o no), porque el nivel de oferta en el mercado así lo ha forzado. Porque esta es otra de las vías adicionales que está ayudando a mejorar el nivel de oferta en el mercado, la “repesca” de personas con una grandísima experiencia en el ámbito de TI y con estas franjas de edad. Señores y señoras que venís de COBOL, es vuestro momento, reciclaros en lenguajes de última generación y moveros ahora, es el momento que estabais esperando para rengancharos. Pero, atención, cuidado, de los niveles salariales aquí no he hablado, creo que eso es un tema delicado y a parte con el que aún no tengo la suficiente información como para ejercer un juicio; eso sí, seguro que podría merecer un foco específico en otro artículo, tiempo al tiempo. Solo diré una cosa, que a medida que la situación del mercado a nivel de oferta empeore, los salarios para estos perfiles también mejorarán.
En fin, simplemente daros la enhorabuena a todos, nuestro momento, el de los ingenieros que nos gustan construir cosas que funcionen, esos románticos que disfrutamos de hacer cosas que sirvan y que se usen, vuelvan.
Gracias y feliz navidad a todos!
Un saludo.
Miguel.

Zaragoza, la frágil nueva cuna de las oportunidades TI

Hola,
Qué situación tan excepcional de demanda de profesionales de TI, principalmente desarrolladores de software, se está viviendo en Zaragoza, y ya no sólo en Zaragoza si no que me atrevo a decir que a otra escala se está trasladando también a Huesca y a Teruel.
No he conocido tan alto nivel de demanda, y ya son diez años en estas tierras, conviviendo con tan bajo nivel de oferta de profesionales; y es precisamente esto último lo que está generando esta especial singularidad.
El esfuerzo para la contratación se está disparando, al igual que la rotación.
Los orígenes de la demanda
Hay varios factores que son los que han fomentado la atención de las empresas consumidoras de recursos TI a centrar su foco en Zaragoza, revisamos los principales, algunos con mayor y otros con menor peso, pero todos importantes:

  1. La forma de ser y la forma de ver la vida del Aragonés: implicado, crítico, noble, duro, responsable, hospitalario y trabajador.
  2. La ubicación de Zaragoza dentro del territorio español, geográficamente ubicada a unos 300km de las otras principales ciudades españolas: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao. Buenas carreteras de acceso a las principales capitales y el éxito rotundo de la implantación de la línea de AVE (dejando de lado la rentabilidad de la propia línea el éxito y el impacto de la implantación es claro).
  3. Buen nivel de formación y experiencia.
  4. Nivel retributivo medio por debajo del resto de las principales ciudades españolas, especialmente Madrid y Barcelona (obviamente también por debajo de la media de otros países del norte de europa).
  5. Cultura Europea: muchas empresas están teniendo problemas con el choque cultural que está suponiendo trabajar con países asiáticos.
  6. Diferencia horaria: muchas empresas europeas que se estaban apoyando en recursos de países de Asia en modalidad off-shore están apostando por centros near-shore, donde siguen reduciendo coste respecto a sus centrales, y con una diferencia horaria en muchos casos hasta inexistente.

Principales consumidores
Existen actualmente cuatro tipos principales:

  1. Empresas de servicios TI con presencia en Aragón: Deloitte, Oesía, KPMG, Nervia, HP, INYCOM, Everis, Trackglobe, Accenture, Advantic Consultores, Comex, Efor, Hiberus…
  2. Empresas locales, con otro tipo de actividad principal, pero con departamento de TI propio: BSH, Schindler, Adidas, SAICA, Alliance Healthcare, Imaginarium, La Zaragozana…
  3. Empresas locales que ofrecen productos de tipo ERP orientados a servicios específicos: Endalia, Alerce, GSV…
  4. Empresas e instituciones localizadas fuera de Zaragoza y de España: las cuales están captando talento local y llevándoselo fuera de la comunidad autónoma.

De los cuatro tipos me gustaría resaltar la situación específica que están viviendo las empresas de tipo 2, de las cuales la gran mayoría se están convirtiendo empresas de servicios TI dentro de su propia empresa, me explico, se trata en su mayoría de empresas multinacionales que históricamente había centralizado sus servicios TI en sus países de origen (norte de Europa principalmente) y que por un tema puro reducción de costes (y otros puntos que han sido tratados en el punto “Los orígenes de la demanda”) están derivando su estrategia de recursos TI a sus delegaciones en Zaragoza.
Los orígenes de la oferta
Y afortunadamente contamos en Aragón con fórmulas para generar personal cualificado TI, aunque a día de hoy a niveles totalmente insuficientes:

  1. Universidad de Zaragoza en forma de Grado de Informática (presencia en Zaragoza y Teruel): 90 alumnos han entrado en el curso 2015-2016 en primero de carrera; 25 graduados en informática se han licenciado este año (todos con las manos en la cabeza ahora mismo). Nota de corte 8 y pico sobre 14, ¿por qué no se abren más plazas?
  2. Universidad de Zaragoza, egresados de otras carreras de ingeniería como: Telecomunicaciones (este año la nota de corte estaba en un 5 y quedaron plazas sin cubrir; manos a la cabeza otra vez), Matemáticas, Física, Industriales…
  3. Escuelas de grados superiores (antiguo FP): San Valero, Montessori, Salesianos…
  4. Cursos de formación puente del INAEM
  5. Captación de talento de otras comunidades autónomas: en sus dos variantes, personas que vienen de otras provincias como Soria, Valladolid, Lérida, Castellón, Alicante, Sevilla (cada vez más gente de Andalucía) y son originarios de las mismas; y personas que son Aragoneses y debido a la mejora de la oferta local están volviendo a casa tras pasar sus periplos personales por Madrid, Barcelona hasta fuera de España.

Fragilidad
Y sí, aquí llegamos al punto clave, el por qué de la fragilidad. La causa principal está clara: mucha demanda, poca oferta… y plas, inflación salarial; que se ha colocado como el número uno de las herramientas para retener el talento (hay más, pero bueno de eso ya hablaremos otro día).
¿Y qué está provocando la inflación salarial? Pues que uno de los puntos principales y más atractivos del capítulo “origen de la demanda” se venga abajo: el nivel retributivo medio. Y aquí que no me mal entienda nadie, es fenómeno que la media salarial del conjunto suba, es fenómeno que el nivel de paro de ingenieros de software sea de risa, pero, o empezamos a ser conscientes de por qué hemos entrado a formar parte de la partida o no nos daremos cuenta y pasaremos a estar fuera.
La solución 
Una de aplicación inmediata, hay que abrir el grifo e incorporar al mercado laboral de manera inmediata profesional cualificado con tal de aumentar la oferta y que la inflación se controle. Las empresas están haciendo lo que pueden, forman, se arriesgan y mil fórmulas imaginativas. Pero, o ayudan las instituciones o estamos fuera. Es cuestión de tiempo que la situación que se está viviendo en Madrid y Barcelona, donde los recursos escasean y a precios de escándalo, se repita aquí.
Un saludo y suerte a todos.
Miguel.