Hola,
Quede descrito en avance que no soy un experto en la materia, ni pretendo serlo; ni he estudiado de esto ni parto de ningún tipo de fuente contrastada que avale nada de lo que voy a decir a partir de ahora. Simplemente me gusta compartir las herramientas que utilizo para mi propia gestión personal (cosa que no tiene que ir de la mano a que me las haya inventado yo, seguro que todas existen) y que me son útiles en mi día a día, y ese es mi ánimo ahora mismo. Solo por compartirlo me siento satisfecho, y si alguien saca alguna idea en base a esta explicación y que considera que tiene sentido poner en práctica para mejorar su día a día, la satisfacción me parecerá doble.
Dicho esto y pidiendo perdón a los expertos en la materia por si digo, o consideran que digo, alguna barbaridad… allá vamos.
La verdad es que cuando dedicas tu vida a gestionar proyectos, o como me gusta decir a mí a poner en marcha cosas y luego conseguir que una vez en marcha mejoren, te topas siempre con la necesidad de anteponer unas necesidades a otras; vamos, lo que se conoce comúnmente como priorizar. Y por qué priorizamos? (Perdonad porque la pregunta parece un poco tonta)… normalmente por la limitación existente (y dependerá del escenario) de realizar un número máximo de tareas en paralelo. Esa es la base de todo, tengo dos manos y me da para hacer 1, 2 y 3, pero 4 y 5 tendrán que esperar a que termine las anteriores porque no me da la vida para más.
Y nos pasamos el día priorizando, nuestros proyectos profesionales, nuestra vida familiar, si utilizo el hueco que tengo el fin de semana para irme al cine o verme el capítulo de la serie no se cuántos que tengo pendiente… Y oye, uno en base a la práctica adquiere destreza y se acostumbra a trabajar así porque se da cuenta que te vuelves más efectivo, y cuando conoces alguna herramienta chula de las dos mil que hay en el mercado para ayudarte a estas cosas y te pones a utilizarla también en todos los ámbitos, profesional, personal… una locura de la optimización.
Un momento que cojo aire y sigo.
En fin, que como nadie espero que se sorprenda yo soy de los que pasó a gestionar o mejorar la optimización de su vida personal con esta misma serie de técnicas y herramientas. Y oye está muy bien cuando tienes una realidad priorizada de tu ámbito laboral y otra de tu ámbito personal, al mismo nivel, y eres capaz de discernir prioridades entre ambas (lo digo para los que en un momento dado el trabajo nos ha marcado el ritmo a nivel de prioridades por lo exigente del mismo y nos ha hecho reducir de prioridad otros temas a nivel personal). Esta es mi primera reflexión clave que quería compartir, no puede ser siempre que los temas laborales sean prioridad 1 y los personales sean prioridad 2, como si fueran compartimentos estancos, si no que planteo el punto de vista de que hay verlo desde la perspectiva de que las tareas a realizar en el ámbito profesional y el personal tienen que convivir en el mismo saco y en el mismo espacio de tiempo (porque el día tiene las horas que tiene y son finitas). Buenas prácticas a este respecto son disponer de una agenda donde podáis ver al mismo tiempo los espacios temporales que os reserváis para ambos ámbitos, todo junto; y que decidáis si una tarea es más prioritaria que otra por la realidad a la que os estáis enfrentando en este momento, y no por el hecho que una tenga que ver con el ámbito profesional o el personal. La otra es que dispongáis de un gestor de tareas donde podáis incorporar tareas de ambos mundos y verlo todo junto, o uno para cada pero acudáis a consultar cada realidad paralela en el momento de definir las prioridades y a qué asignáis vuestro tiempo (yo para que os hagáis una idea, por mi contexto, utilizo Jira en el ámbito profesional y Trello en el personal).
Bueno, si conseguís llegar a poner en práctica esto creo que es un triunfo (o al menos así lo he vivido yo). No debe ser muy complicado porque a mí me ha salido, así que ánimo, es cuestión solo de ponerse.
Tras alcanzar este primer estadio, ya estaréis preparados para llegar al estadio dos, a la, cha-chán… priorización al máximo nivel (ya se me podría haber ocurrido un nombre mejor).
La película principal de este artículo se basa en la idea de que nuestra vida, y cuidado que aquí es cuando me pongo filosófico, no se basa solo en nuestros objetivos profesionales o personales, si no que tiene cuatro pilares o dimensiones fundamentales: la familia, los amigos, tú como ser individual y el trabajo. Como si fueran 4 patas de una misma mesa. Si cuidas cada una de estas patas tu mesa está en equilibro, pero si vas descuidando alguna la mesa empieza a cojear. Si tienes la suerte de que sólo cojea alguna, pues bien, pero a medida que pierdes apoyo en las mismas tu vida al completo (porque por ejemplo enfoques tu esfuerzo o priorización a una de ellas) se puede tambalear la mesa entera.
Hasta aquí bien verdad? Y qué pasa, alguno de los pilares es prioritario? Yo creo que no, que los 4 son igual de importantes y hemos de mantenerlos igualmente en equilibrio, por nuestra salud. Otra cosa es que por necesidad de mantener el equilibrio haya algún pilar que tengas que priorizar sobre otros que cuenten con un mejor estado de salud, con tal de mantener tu mesa lo más equilibrada posible.
Y cómo hago yo esto? Pues con un lápiz y un papel, que creo es importante cuando tratas temas que requieren que los trates con reflexión.
Y lo primero que hago es pintar los cuatro pilares y los represento con 4 círculos de un determinado color.
A partir de aquí me pongo a pensar qué objetivo vital quiero alcanzar en cada uno de estos grupos. Esas movidas que me llenaría conseguir, esa ilusión que me da sentido a la vida, lo que me preocupa, ese problema que necesito resolver para sentirme mejor… y los represento como círculos conectados al pilar principal al que están relacionados, en otro color. Estos círculos pueden tener diferentes niveles, en base a la profundidad que le queramos dar a cada cuestión. Incorporo a continuación algunos ejemplo a nivel ilustrativo.
Y oye, cuidado, que esto es una reflexión muy profunda, estás pintando tu vida, tus objetivos fundamentales, lo que cuando te llegue el momento y veas la luz al final del túnel te vas a arrepentir si en vida al menos no lo intentaste. Es tu vida, lo que quieres ser y lo que no.
A partir de aquí te va a tocar la desagradable tarea de pintar el estado de cada pilar (es duro porque al final vas a representar el estado en el que consideras que está tu vida), en base al estado de los temas que tienes ligado al mismo. Yo lo hago con los colores de un semáforo. Primero pinto los estados de las “movidas” ligadas al pilar, y en base a la paleta de colores que me quede le asigno un estado global al pilar (a ojímetro ya que hay temas que tienen más importancia o calado que otros).
Cómo lo ves? Pues nada, ahora en base a esta foto, que es la buena, la que te da una visión 360 grados de tu vida, prioriza, muévete y ve a por lo que necesitas para ser feliz.
Realmente si lo piensas es una chupinada de ejercicio, pero la magia de esto no es la técnica en sí misma, si no es dedicarte 1 hora, bajarte de la vida un momento, y sentarte contigo mismo a decidir cómo quieres que sea tu vida. Y cuando sabes qué quieres hacer con tu vida, y lo que no, “sólo” te quedará reunir la voluntad, la disciplina y la constancia para conseguirlo 🙂
Un abrazo y suerte!
Miguel.